CORTO Y CAMBIO

SE ACABÓ EL VERANO Y SE ACABÓ EL BLOG.
SOLE Y YO SOBREVIVIMOS A LAS ALTAS TEMPERATURAS DE MADRID
Y AHORA SEGUIMOS INMERSAS EN NUESTRAS BATALLAS.
EL BLOG SE VA DE MUDANZA.
EMIGRA.
COMO YO...

ESTOY DE CAMBIO.
EN BÚSQUEDA.
DECIDIDA A ENCONTRAR EL PLAN B DE MI VIDA.
ESTOY EN ELLO.
Y LO CONTARÉ EN UN BLOG.
EN OTRO BLOG.

EN CUANTO LO ABRA... OS LO BLOGGO.

MIENTRAS TANTO...

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
POR TAAAAAAAAAAAAAAANTO APOYO

INÉS- BOWLING FOR COLUMBINE- 12 SEPTIEMBRE

Tengo un poco de aprensión. Primero fue enfado. Luego cabreo. Y ahora preocupación. Y es que hoy tengo una certeza: Me rodean seres crispados. Perturbados mentales a punto de estallar. Locos. Solitarios enajenados imprevisibles capaces de salir a la calle con una motosierra. Tengo esa certeza.
Y es que hoy he aparcado la moto. Igual que siempre. Con prisa y poco detalle. Aparcar: acto que no me exige gran destreza. Y menos una moto. Como cada día he dejado a la pequeña  y negra Besby en el callejón de al lado de la oficina. Le he dado un beso y me he ido. Cuando por la tarde he ido a por ella, todo era diferente… la Besby había sido atacada. Ni robo. Ni rueda rajada. Ni graffity en el lomo. Ni rayadura con la llave. Nada de eso. Todo correcto a excepción de un mensaje en el ganchito del bolso.


Para que se lea bien, bien, bien…



¿Y qué se hace después de esto? La foto debería haberla  hecho a mi cara. Que ha ido cambiando de color. Y ha llegado el enfado: “¡Pero si está bien aparcada paranoico insociable! Tú quémame la moto. QUEEEMAAAEEE LA MOTO. Imbécil. Caraculo. Tú quémame la moto qué mañana ya verás lo bien que la aparco yo. ¡Mañana la aparco en medio de la calle! Por chulo. En diagonal. Y la tumbo. ¡Y cómo te pille, te escupo la gasolina y te quemo yo a ti la cara de lechuza que debes de tener! Qué me quemas la moto… ¡Tu madre en bolas me va a quemar a mi la moto! Chulo. Resentido. Arrogante.

He avisado. Primero me ha venido el enfado así de golpe. De los de calor en la cara. Y vena hinchada. Y puño cerrado. Pero como estaba sola e irritada en medio de la calle. Y a punto de gritarle ¿¡de qué vas tú con mi moto?! al primer inocente que pasara por delante, me he encendido un cigarro y he decidido calmarme. Y he pasado del enfado a la aprensión ¿Será capaz éste ser extraño de quemarme la moto en serio?. O de seguirme y apuñalarme. ¿me habrá seguido ya? ¿quién es? ¿me estará observando? CORREEEEEEEEEEEE!!!!

Y me he ido como una bala lejos de ese barrio que aparte de ser ya el del trabajo, desde hoy es también el barrio en el que habitan locos. Y digo yo, ¿no sería todo mucho más fácil con una nota así?

"Querida motera… apelando a su espíritu cívico le agradecería que aparcara su moto un poquito más atrás. Adolezco de una grave enfermedad mental y por razones ilógicas no soporto verla en la posición en la que la deja cada día. Agradeciendo sus atenciones de antemano, le dejo esta flor en señal de amistad"

Mañana aparcaré de nuevo. En el mismo sitio. Quizá un poquito mas adelante. Pero VOLVERÉ A APARCAR EN EL MISMO SITIO. Y sin nota de vuelta. Sin vena hinchada. Sin revancha ni insulto. Digna y asertiva. Y dispuesta a defender los derechos de mi besby y de mi condición de conductora...  a riesgo, claro, de tener que volver a casa con un bonobus y el resto de las ruedas en mi bolso...

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